El cerumen, conocido también como cera del oído, es una sustancia cerosa segregada por las glándulas ceruminosas presentes en el conducto auditivo externo. Aunque mucha gente considera el cerumen una molestia desagradable, en realidad tiene una función importante en nuestros oídos.
Mantén limpios tus oídos
La función principal del cerumen es proteger y limpiar nuestros oídos. Actúa como una barrera pegajosa que atrapa el polvo, la suciedad y las partículas extrañas que entran en nuestro conducto auditivo. Piensa en ella como un mecanismo de defensa natural contra los residuos no deseados Gracias a esta textura pegajosa, el cerumen impide que estas partículas lleguen a las delicadas estructuras de nuestros oídos, como el tímpano. Si entran objetos extraños en el conducto auditivo, el cerumen ayuda a que salgan y sean expulsados de forma natural con nuestras actividades diarias, como hablar o masticar.
Humedad saludable
Otra función vital del cerumen es mantener los niveles de humedad del conducto auditivo. Las glándulas ceruminosas de nuestros oídos producen cerumen con una combinación equilibrada de aceites, sudor y células muertas de la piel. Esta mezcla única ayuda a prevenir la sequedad y el picor en el conducto auditivo.
Además, el cerumen contiene propiedades antibacterianas que contribuyen a la salud general de nuestros oídos. Ayuda a prevenir las infecciones bacterianas y fúngicas, protegiendo nuestros oídos de posibles daños.
Proceso natural de autolimpieza
Nuestros oídos tienen un mecanismo de autolimpieza que lo desplaza gradualmente fuera del conducto auditivo. En este proceso intervienen los diminutos pelos presentes en el conducto auditivo externo, llamados cilios, que trabajan sincronizados para transportar el exceso de cerumen hacia el exterior. Una vez que el cerumen llega al oído externo, o bien se seca y cae, o bien se elimina durante el baño habitual. Los movimientos regulares de la mandíbula, como hablar o masticar, ayudan a facilitar este proceso de autolimpieza al mantenerlo en movimiento. Incluso el simple acto de bostezar puede contribuir a mantener una experiencia auditiva limpia.
Prevención de los impactos
Aunque es crucial para la salud del oído, un exceso de esta sustancia pueden convertirse en un problema. Si el proceso de autolimpieza no elimina la cera adecuadamente, puede acumularse y causar una obstrucción en el conducto auditivo, lo que se conoce como cerumen retenido. Si experimentas síntomas como dolor de oídos o disminución de la audición, es importante que consultes a un profesional sanitario. Ellos pueden eliminar con seguridad el cerumen incrustado utilizando herramientas especializadas o agentes ablandadores de la cera.
No intentes eliminarlo por tu cuenta
Es esencial recordar que intentar eliminar el cerumen por tu cuenta con bastoncillos de algodón u otros objetos no sólo es ineficaz, sino también peligroso. Te arriesgas a empujar el cerumen más adentro del conducto auditivo, causando más daño que beneficio. Busca ayuda profesional para garantizar un proceso de eliminación seguro y eficaz.
Puede que el cerumen no sea el tema más atractivo, pero desempeña un papel fundamental para mantener la salud del oído y garantizar una experiencia auditiva clara. Por muy molesto que pueda resultar a veces, es esencial comprender y respetar su finalidad.
Así que, la próxima vez que notes cera en el oído, recuerda que está ahí para proteger tus oídos y mantener su limpieza. Si tienes alguna duda o experimentas síntomas inusuales, visita nuestra clínica en C/Alhamar, 41 en Granada y te proporcionaremos la orientación y los cuidados necesarios.