Los problemas de audición tienen normalmente origen en el oído. Sin embargo, la pérdida auditiva puede ser provocada por diferentes patologías y enfermedades que tengan esta cuestión como síntoma.
Entre ellas podemos encontrar el síndrome de Susac, una enfermedad rara caracterizada por presentar una serie de trastornos que afectan a los vasos sanguíneos y, consecuentemente, provocan los siguientes aspectos:
- Disfunción del sistema nervioso central: alterando la función cerebral
- Hipoacusia neurosensorial, es decir, pérdida auditiva por daño al oído interno, al nervio que va del oído al cerebro (nervio auditivo) o al cerebro.
- Obstrucción de ramas arteriales que suministran sangre a la retina: provocando la pérdida de visión repentina
Causas del Síndrome de Susac
La causa del síndrome de Susac no se conoce por completo, pero la teoría principal es que el sistema inmunológico ataca al tejido sano por error, provocando la inflamación y obstrucción de micro vasos sanguíneos del cerebro, la retina y del oído interno.
Síntomas
El síndrome se manifiesta entre los 7 y 72 años. Sin embargo, lo hace con mayor frecuencia en mujeres entre los 20 y 40 años, siendo 32 la edad media. Además, suele presentar ciertos síntomas como pueden ser los siguientes:
- Pérdida de memoria
- Dolor de cabeza (cefalea)
- Confusión
- Desorientación
- Alteraciones en el comportamiento y la personalidad
- Ataxia: falta de control muscular o coordinación de movimientos voluntarios, como caminar o levantar objetos.
- Acúfenos: ruido en el oído
- Pérdida de visión
- Estocoma: punto ciego (mancha) en la visión que puede ser temporal o permanente.
- Mareo / vértigos
- Déficit auditivo
Tratamiento y evolución
A pesar de existir casos de muerte, es una enfermedad que evoluciona favorablemente. Sin embargo, pueden existir ciertas secuelas cognitivas o visuales, mientras que la pérdida auditiva es frecuentemente definitiva.
Su tratamiento se realiza mediante corticoides y/o inmunosupresores. Si el mayor daño provocado por la enfermedad ha sido en el sistema nervioso, esta puede tener una duración en torno a 3 años. En el caso de ser la obstrucción de los vasos de la retina o el daño en el oído interno, suele perdurar entre 3 y 10 años. Los pacientes con una grave pérdida auditiva deberán someterse a un implante de cóclea.
Si por algún motivo sufres alguno de estos síntomas, acude a tu especialista de confianza para solucionar el problema, es mejor prevenir que curar.