La hipoacusia o sordera es una deficiencia o disminución de la capacidad auditiva provocada por diversas circunstancias. Puede presentarse de forma unilateral, cuando sólo afecta a un oído o bilateral, ambos. En ocasiones, se debe a un mal funcionamiento del sistema auditivo, síntoma o consecuencia de algún tipo de enfermedad o infección auditivas. Otra de las causas puede ser algún factor hereditario o exposición prolongada a ruidos intensos.
La audición puede quedar dañada a cualquier edad, aunque suele ser la patología más frecuente en personas de tercera edad. Se forma, de manera progresiva e indolora. En España, más de 3 millones de personas sufren algún tipo de pérdida auditiva. Un 80% de los casos puede resolverse pero siempre debe ser tratado por un especialista, para poder identificar el problema y recurrir a la solución de un audífono. Pero el gran problema es la negación de la gente ante esta patología. Esto puede llevar a consecuencias mayores si no se trata de manera adecuada.
Hay distintos niveles o grados de esta enfermedad, y para su clasificación se tiene en cuenta a qué nivel ha descendido el umbral de audición. Estos son los niveles que existen de hipoacusia:
Grados de hipoacusia
- Leve: Los umbrales entre los 20 y 40 decibelios. La persona que la padece puede mantener una conversación frente a frente con una persona o un grupo de personas en un espacio con poco ruido. Tendrá más dificultad a la hora de hacerlo en espacios ruidosos, a distancia o en reuniones.
- Moderada: Umbrales entre 40 y 70 dB. Existen bastantes dificultades de audición aunque el ambiente sea tranquilo.
- Severa: Los umbrales se encuentran entre el 70 y 90 decibelios. En este caso la persona no percibe la voz o el ruido externo, excepto si es a un volumen fuerte.
- Profunda: Umbrales que superan los 90 decibelios. No percibe voz ni ruidos aunque sean fuertes. En este caso es recomendable el uso de un audífono.
- Por último, está la pérdida total de la audición que a esto se le llama Anacusia o Cofosis. Se considera que la persona ha quedado totalmente sorda.
Pero por otro lado, también puede clasificarse dependiendo de la parte del oído que se encuentre afectada, tales como:
- Hipoacusia conductiva o de transmisión: se debe a una alteración del oído externo o medio.
- Hipoacusia perceptiva o neurosensorial: en este caso de debe a una lesión en el oído interno o las vías nerviosas auditivas.
- Hipoacusia mixta: es debido a alteraciones simultáneas en la transmisión y percepción del sonido. Afecta por patologías a distintas estructuras del oído.
Consecuencias hipoacusia
Como hemos mencionado anteriormente, si la hipoacusia no se tratara de una forma correcta, puede tener consecuencias como las que te explicamos a continuación.
Una hipoacusia no tratada correctamente puede tener efectos mentales, físicos y psicológicos. Uno de sus efectos secundarios es que puede hacer que la persona se sienta deprimida o desconectado de la gente de su alrededor, ya que no escucha bien las conversaciones o los ruidos de su entorno. El gran esfuerzo que debe hacer continuamente para oír de manera correcta, puede frustrarle. Una grave consecuencia de esto, puede ser que empiece a evitar reuniones sociales incluso con su gente más cercana.
Esta patología, también se encuentra ligada a una menor capacidad de memoria, aprendizaje y rendimiento al estudiar o trabajar. No permitas que la hipoacusia no tratada consiga que no puedas disfrutar de los momentos bonitos de la vida como charlar con amigos, hablar por teléfono con tus familiares o escuchar tu canción preferida.
Todo tiene solución.